Cuenta la leyenda que Beethoven era igual de meticuloso con la música que con el café y contaba los granos exactos para prepararse cada taza. La afición de Bach era tanta que llegó incluso a dedicarle una cantata satírica. Aquí no te pediremos que lo admires tanto como estos genios, tan solo que te acompañes de una taza y reflexiones sobre lo que te rodea mientras degustas esta playlist.