Edgar Moreau combina dos conciertos para violonchelo que, aunque fueron escritos con 130 años de diferencia, comparten un estilo magnético. La gran técnica de Moreau despacha la llamativa música operística de Offenbach de 1847 con un excéntrico dúo de movimientos finales para violonchelo y caja. Friedrich Gulda, por su parte, alcanzó la fama como un brillante intérprete de Mozart y pianista de jazz. Su Concierto para violonchelo, orquesta de viento y banda salta del club de jazz a una sala de conciertos vienesa a través de minuetos cortesanos y arreglos de viento de aire alemán. El resultado es brillante. Y los imparables Moreau y Les Forces Majeures son unos guías de ensueño en el vertiginoso caleidoscopio sonoro de Gulda.