El verano comienza con un estallido de melodías y colores primarios, desde la pasión de Britten y el arrebato de Wagner con Tristán e Isolda hasta las canciones de Strauss y un pequeño vals de la venezolana Teresa Carreño.
El verano comienza con un estallido de melodías y colores primarios, desde la pasión de Britten y el arrebato de Wagner con Tristán e Isolda hasta las canciones de Strauss y un pequeño vals de la venezolana Teresa Carreño.