Greta Van Fleet ha logrado depurar una propuesta sónica que conecta tanto con el nostálgico rockero maduro como con un público veinteañero que se niega a heredar héroes pasados y busca los suyos entre su propia generación. Tras dos discos llenos de rock musculoso, blues narcótico y esencias psicodélicas, el combo encabezado por los hermanos Kiszka se ha propuesto desmarcarse de la sombra de Led Zeppelin con The Battle at Heaven’s Gate, un álbum que ellos mismos le describen a Apple Music como “la llegada a la mayoría de edad del sonido de Greta Van Fleet y una nueva forma de relacionarse con el siglo XXI para la banda”.