Pozo traía la percusión en su sangre cubana. La calidad y versatilidad que mostraba en las congas lo llevaron a tocar en bares y hoteles de su país natal antes de emigrar a Nueva York en los 40. Al principio grabó con Dizzy Gillespie, pero poco después empezó a participar con otros de sus contemporáneos hasta formar su propia banda. Aquí lo más destacado de su trabajo de estudio.