Richard Wagner

Wagner, uno de los compositores clásicos más influyentes, nació en Leipzig, actual territorio alemán, en 1813 y creció cautivado por el teatro. Su apasionada ambición le consiguió puestos de dirección en los teatros de ópera de Magdeburgo, Riga y, más tarde, Dresde, donde el poderoso y oscuro romanticismo de El holandés errante (1843) y Tannhäuser (1845) comenzó a difundir su nombre. Tras componer Lohengrin (estrenada en 1850), participó en la fallida revolución de Dresde en 1849 y huyó a Suiza. Ahí trabajó en el texto y música de cuatro óperas que constituyen el ciclo épico El anillo del nibelungo. Una vez terminadas El oro del Rin (1854), y La valquiria (1856), Wagner dejó de trabajar en la tercera, Sigfrido (1871), para dedicarse a Tristán e Isolda (1859), basada en la leyenda arturiana. Sin embargo, la intensidad cromática y dificultad técnica de la música impidieron su representación. A partir de 1864, el rey Luis II de Baviera hizo que se llevaran a escena Tristán e Isolda y la comedia Los maestros cantores de Núremberg (1867) en el Teatro Nacional de Múnich. Al trasladarse a Bayreuth, en el norte de Baviera, Wagner supervisó la construcción (financiada por el rey) de un teatro de festival especialmente diseñado para el Ciclo del anillo. Con su cuarta ópera finalizada, El ocaso de los dioses (1874), la obra completa se representó finalmente en 1876. En 1882, se estrenó Parsifal en Bayreuth, inspirada en la leyenda medieval del Santo Grial, antes de la muerte de Wagner en Venecia al año siguiente.