Pēteris Vasks

El compositor más destacado de Letonia a finales del siglo XX y principios del XXI, Pēteris Vasks construyó su reputación al combinar las melodías populares de su país y las técnicas de interpretación tradicionales con gestos modernistas aventureros. Nacido en 1946 en una devota familia bautista, su educación como contrabajista se produjo en las instituciones musicales más prestigiosas de su país y en sus principales orquestas, desarrollándose a la sombra del régimen soviético. Desde sus primeras composiciones de finales de los 70 y principios de los 80 (como el quinteto de metales de 1977 lleno de cantos de pájaros y su melancólica pieza de cuerdas de 1983 Musica Dolorosa), su estilo ha navegado por melodías lúgubres de la música sacra y tradicional en contextos torturados. Este enfoque llevó a la asociación de Vasks con el “minimalismo sagrado” de Henryk Górecki, György Kurtág y Arvo Pärt. Mejor conocido por sus conciertos orquestales y obras corales, Vasks usó en sus composiciones maduras clúster tonal, indeterminación y técnicas extendidas para reflejar la agitación política en Letonia y la decadencia ecológica. Este último estilo se ejemplifica en sus tres sinfonías (1991, 1998-1999 y 2005) y su elogiado concierto para violín Distant Light (1996-1997) gracias a las cuerdas dobles, armónicos etéreos y agudos e incluso clímax dramáticos.