Para los verdaderos degustadores del arte del teclado, el brasileño Nelson Freire pareciera pertenecer a un grupo de músicos en peligro de extinción. Un grupo que hace del teclado un papel en blanco en el que desplegar la poesía sonora a través de una depuración técnica que nunca es un fin en sí mismo. Brahms ha sido siempre una de sus especialidades, y aquí nos ofrece la enorme Tercera Sonata (Piano Sonata No. 3 in F Minor), que ya incluyera en su primer disco hace medio siglo, y una selección de piezas breves, entre ellas algunos de los bellísimos y crepusculares Intermezzos y Capriccios.