Sin perder el filo rockero de su anterior aventura musical, el cántabro Raúl Gutiérrez se ha ido reconvirtiendo tras abandonar La Fuga en una suerte de trovador urbano cuyo discurso sonoro va escorándose progresivamente hacia las coordenadas de gente como Tom Petty o Neil Young. Consagrado como uno de los referentes más claros del pop rock hecho en España, el proyecto solista del de Reinosa mantiene como constantes la luminosa melancolía de sus letras, el esmerado cuidado de los arreglos y una pasmosa facilidad para alumbrar melodías que enganchan a la primera escucha.