

Fundado en 1976, el de los Emerson ha ocupado lo alto del ranking de cuartetos durante cuatro décadas. Su sonido es brillante, inmenso y muy del nuevo mundo, lo que les convierte en una formación perfecta para los cuartetos modernos de autores como Bartók y Shostakovich. Además, su recorrido con los clásicos, como Beethoven, al completo, es convincente y desprende actualidad. Por si fuera poco, la incorporación de Watkins al cuarteto supuso un aire rejuvenecedor que ha impregnado de alegría su música, haciéndola aún más emocionante.