Antes de convertirse en el mayor exponente del afropop como crisol musical, Divine Ikubor, nacido en el 2000 en Ciudad de Benín, Nigeria, cantaba en iglesias locales y subía sus canciones a las redes sociales. Una de ellas, “Dumebi”, terminó valiéndole un contrato con Jonzing World, el influyente sello de D’Prince, y puso su nombre en el mapa de una de las escenas más competitivas del planeta. Su EP homónimo de 2019 apareció en los periódicos de medio mundo cuando Barack Obama incluyó “Iron Man” en su playlist de verano. Desde entonces, su humeante pócima de trap, ritmos afrocaribeños y atmósferas que evocan las suntuosas bandas sonoras de Bollywood han redefinido la música pop del continente. Impulsado por el éxito de “Calm Down” y la posterior remezcla con Selena Gomez, Rave & Roses (2022) marcó un punto de inflexión no solamente en la carrera de Rema, sino también en la del afropop como fuerza decisiva en la cultura global. Entre colaboraciones con 6LACK, el rapero británico AJ Tracey y la francesa Yseult, sus 16 canciones exploran el amor y el destino con deslumbrante claridad. Lanzado un año después, el EP RAVAGE captura a un Rema más introspectivo, pero también más pegado que nunca al ritmo de la música.