Esta banda de Montreal se sitúa a la vanguardia del indie canadiense de este siglo. El suyo es un rock atmosférico, rico en matices y de visible contenido neopsicodélico. Bebe de la extensa tradición musical estadounidense reciente, sirviéndose de la épica del postrock así como de las melancólicas sensibilidades del dream pop, para confeccionar con todo ello álbumes ricos conceptualmente. Es una música de arquitectura compleja que pide ser escuchada con sosiego. He aquí una selección de sus mejores momentos.