Ocho

Ocho

DLD

“Salimos de un proceso de composición para entrar en otro”, dice el guitarrista Erik Neville sobre Ocho, un álbum en el que la banda comenzó a trabajar cuando la pandemia desbarató la gira del disco anterior, TRANSCENDER. “Fue desgastante, pero también bonito y sirvió para curarnos el alma”. DLD arrancó su carrera hace más de 20 años en Ciudad Satélite, suburbio que se extiende al noroeste de la capital mexicana. No poder subir a los escenarios generó una frustación importante en la banda, y fue el catalizador para adentrarse en la producción de Ocho. Durante el encierro, los cinco miembros de la banda perdieron a seres queridos y enfrentaron una realidad que nunca había sido tan abrumadora. “Este proyecto es una panóptica de la pre pandemia, de la pandemia en sí y de la post, con canciones de las tres etapas”, explica el cantante Paco Familiar. Ocho es una obra que basa el hilo conductor que Erik define como “una bitácora de lo que estaba viviendo la banda”. “Teníamos todo el tiempo del mundo para experimentar con muchos sonidos, con efectos que ya no utilizábamos”, recuerda. El resultado de los largos meses de trabajo, buena parte a distancia, es un recorrido por la historia y huellas de DLD. Desde guiños al pasado en la oscura “El Accidente” y exploraciones que abren nuevos caminos para la agrupación en los metales de “Indiferente” y “Almas Rotas”, o la colaboración con Yoss Bones en “Tóxico”. Aquí, Paco y Erik repasan una por una las diez canciones de Ocho. Toda Mi Fe Erik: “Era necesario patear la puerta para empezar a contar una historia. Es una canción que representa muy bien el sonido de la banda: potente y contundente. Era la rola indicada para abrir el disco. Viene cargada de muchas emociones, pero tratamos de no dar el código postal de la letra para no quitarle la magia y que la gente se pueda identificar”.
Paco: “Una misma historia puede tener dos sabores distintos, aunque no podemos obviar todo lo que vivimos y sentimos. Ahora, desde nuestra perspectiva como padres, sentimos que tenemos el deber de abordar estos temas y tratar de hacer llegar un poquito de conciencia. En algunos momentos hay que desaprender para poder aprender cosas nuevas”.   Te Alcanzaré Erik: “Sale de unos riffs potentes de guitarra, de un círculo que me encantaba cómo sonaba y para el que ya teníamos la métrica de la voz. Es una canción completa en la que pasan muchísimas cosas. Tratamos de omitir obviedades como doblar instrumentos. Al final, hay una parte sin voz que se podría pensar ideal para un arreglo o solo, pero no quisimos hacerlo porque así era perfecta para entender que nadie está haciendo lo mismo y todo tiene una armonía hermosa. Tiene un mensaje de resignación, de que ya no estás, pero tal vez en algún momento podremos volver a encontrarnos”.   No Nos Toca Paco: “Uno de esos temas que sentíamos era necesario abordar. La violencia de género no es solamente el acto violento en sí, sino que puede empezar con la inserción de una idea y los cánones que teníamos anteriormente, que de alguna manera normalizaban estas situaciones. Tenemos que ser conscientes de que no es algo normal”. Erik: “Paco trajo la canción y a mí me mató, se me hizo increíble, pero sentía que la música no era tan potente como la letra. Yo me la imaginaba mucho más agresiva y terminamos volteándola de alguna manera para darle más atención al mensaje. Y a Paco le acabó gustando. En la parte hip-hop también teníamos dudas. Habíamos pensado en invitar a alguien para hacerla, pero nos encantó cómo quedó con la voz de Paco. Es muy guitarrosa, con slide y todo… y con un mensaje muy poderoso”.   Indiferente Paco: “Los metales los grabó Panteón Rococó, que son grandes amigos desde hace mucho tiempo. Tuvimos el honor de tenerlos en dos temas del disco: este y ‘Alma Rota’. Suenan muy rítmicos y contundentes, le dan mucha onda a la música”. Erik: “Fue una experiencia bien padre, porque no es común que haya metales en nuestras rolas. Es una canción un poco más alegre, un poquito de aire fresco antes de los mensajes que vienen”.   Está Bien Paco: “Una narrativa de esta etapa que nos tocó vivir. Al principio era como ‘okay, vamos a darnos un tiempo, está bien’. Pero después, cuando el tiempo pasa, empiezan a llegar los ataques de ansiedad y te pones a pensar en lo vulnerable que puedes ser. También había un poquito de la frustración de Transcender, el disco pasado, que casi no vio la luz porque tuvimos que cerrar la cortina el mismo día que lo presentamos. Fue un proceso de la frustración inicial hasta el entendimiento y aceptación. En vez de llorar, dijimos ‘vamos a agarrar piedras’ y regresamos al estudio. Fue raro haber salido del estudio para regresar de nuevo sin todo lo que tenía que haber sucedido. El solo de Erik es muy rockero, es esa parte lúdica del rock que extrañábamos tanto”.   El Accidente Erik: “Fue la última que compusimos para el álbum. Recuerdo que tenía el círculo, pero no acababa de aterrizarlo. De repente empezó a tomar forma y me di cuenta de que había algo padre que sonaba muy a DLD y no estaba todavía en este disco. La seguí trabajando y quedamos contentos cuando la montamos en el ensayo. Representa la esencia de la banda en general, el ADN de todas sus épocas. Tiene un mensaje muy pandémico, o así lo veo yo. Hay canciones que hasta para nosotros significan cosas diferentes, aunque todas al final están relacionadas con lo que pasamos juntos, las frustraciones e incertidumbres”.   De Mañana Paco: “Se la escribí a mi madre, que falleció hace tiempo. Trato de describir esa relación, con los regaños y la figura paterna que también fue ella para mí. En casos así, primero hago la letra y empiezo a construir la canción tratando de imaginar cómo quedaría. Aquí tuve mucho tiempo para poderla modificar y agregar las coplas. Es una rola que tiene seis o siete años”. Erik: “Cuando la escuché, la letra me voló la cabeza, pero sentía que la música necesitaba más drama y más garra. La estuvimos trabajando a distancia hasta que vimos que el piano, el órgano y todos esos sonidos le daban mucha onda”.   Almas Rotas Paco: “Es un híbrido medio extraño con elementos country y blueseros. Los metales de Panteón Rococó se hacen sentir y le quedan excelente”. Erik: “Las guitarras acústicas y los arreglos no tan saturados la hacen muy abierta. Es una canción analógica, creo que no tiene ningún elemento electrónico. Esa pausa le dio aire para que entraran los metales. Hasta en los coros hay unas capas de metales que suenan fabulosas”.   Al Amanecer Paco: “Es una canción autodidacta. Aprendes de tus propias historias y, como dice la letra, las excusas y las verdades van de la mano. De ahí da un salto a una relación extraña, con elementos raros. Rítmicamente hablando es un híbrido, y la letra también”. Erik: “Una canción fresca que te da un respiro. Hicimos un video en la playa, en Cancún. El primer video que hicimos fue ‘El Accidente’, una historia oscura y dura. Después el de ‘Toda Mi Fe’, que es un bosque con mucho color. Y ahora viene la playa, porque es una rola fuerte, pero al mismo tiempo te invita a moverte y pasarla bien”.   Tóxico (DLD y Yoss Bones) Erik: “Nació de una canción para la que PJ tenía una base de bajo. Se salía de la caja completamente, pero nos gustaba. Paco y yo estuvimos haciéndole métricas y pensando en cómo meter la voz, pero quedaba sosa porque no estamos acostumbrados a este tipo de ritmos. Al principio pensamos en gente de la primera escuela del hip-hop, pero queríamos que fuera una mujer. La disquera nos enseñó a varias chicas que hacen hip-hop, pero nos gustó Yoss porque va con nuestro ADN. No nos gusta el bling, ni ese rollo de coches brincando y veinte mujeres alrededor tuyo, sino el urbano real, la calle, que ella expresa muy bien. Fue un día de trabajo exhaustivo. Paco y Yoss estuvieron dos días en el estudio”. Paco: “Teníamos de dos sopas: podíamos fingir que todo está bien o podíamos hablar de una relación tóxica. Es importante esa dualidad en las voces, porque Yoss hace que en un punto de la canción, la mujer se empodere”.