

En los 2010, A$AP Mob era una de las mayores fuerzas creativas del hip-hop. Con A$AP Yams al mando, el colectivo de Harlem contribuyó a redefinir en términos musicales y estéticos el arquetipo del rapero neoyorquino. Llegados a la década siguiente, sus miembros tomaron caminos separados. Después de anunciar que eliminaría la primera mitad de su alias, A$AP Ferg regresa con la reveladora madurez personal y artística de DAROLD, su primer proyecto desde que la mixtape Floor Seats II viera la luz hace cuatro años. Una vez proclamada su lealtad al barrio junto a sus vecinos DD Osama y Bloody Osiris en la vertiginosa “Light Work”, Ferg se lanza de cabeza a los beats de Lex Luger y Mike WiLL Made-It en “Thought I Was Dead”. Tras la introducción del legendario diseñador de Harlem Dapper Dan, “Alive :(” se revela como un inventario personal de su desconexión de las redes sociales y el periodo de meditación introspectiva e impulsos autodestructivos que siguió. Quizás haya quien se sorprenda al saber que el antiguo Hood Pope llegó a detestar el peso de la fama, pero la reflexión parece haber fortalecido su estado de ánimo y su conexión con Nueva York. Ferg no ha renunciado por completo al brillo deslumbrante del éxito, evidente en la tersa arrogancia de “Messy”. “Casting Spells”, sin embargo, adopta una perspectiva más crítica y ofrece un singular análisis de la propensión cultural del hip-hop por el materialismo y lo superficial. También hay una intención clara de poner su talento al servicio de la comunidad en la doliente “Dead Homies”. Más allá, los jerarcas del rap sureño Future y Denzel Curry reafirman las credenciales traperas de Ferg en “Allure” y “Demons” respectivamente. Otros momentos lo capturan en colaboraciones tan memorables como la de la inimitable Mary J. Blige en “Chosen”. El álbum termina con el tema que le da título, una triunfante celebración del camino recorrido.