En una época en la que los buenos barítonos abundan, el alemán Matthias Goerne sobresale por la belleza de su voz y por su comprensión innata del libreto. Discípulo de Dietrich Fischer-Dieskau y de Elisabeth Schwarzkopf, Goerne no ha podido pertenecer a linajes más distinguidos. Sus series de canciones de Schubert para Harmonia Mundi están llenas de tesoros, pero grabaciones anteriores con Alfred Brendel al piano muestran todo el esplendor de la juventud de su voz. También ha honrado a Bach interpretando La pasión según San Mateo, dando aplomo y humanidad a esta obra maestra atemporal.