Atlanta siempre ha sido uno de los núcleos del hip-hop en Estados Unidos. Y parte de la culpa la tiene Ludacris, uno de los raperos más exitosos del nuevo siglo. Debutó en largo ya en una major, lo que da buena cuenta del potencial que tenía. A lo largo de la pasada década se labró un nombre con discos de ventas millonarias, apariciones arrebatadoras en canciones de Missy Elliott y USHER (entre otros) y coleccionando premios GRAMMY®. Como muchos raperos, también se ha ganado el pan en Hollywood, con papeles en películas como Crash y Fast & Furious.