Junto a José Carreras y Plácido Domingo, creó Los Tres Tenores en 1990. Por aquel entonces ya había actuado y grabado un gran repertorio operístico y poseía una audiencia enorme, aunque el concierto de Roma lo cambió todo, convirtiéndolo en una superestrella que atraía colaboradores desde cualquier aspecto de la vida musical. Un genuino tenor lírico que se mantuvo cerca de su repertorio natural cantando a Donizetti, Bellini, Puccini y Verdi. Pasó sus últimos años interpretando algunos de los más grandes papeles dramáticos, como el Otelo de Verdi, con un sorprendente éxito.