Después de cosechar cierto éxito como productor de música electrónica allá por los años 2000, James Blake, británico nacido en Londres, lanzó una serie de LP en los que mezclaba la música electrónica con melodías sincopadas de gran calidad y elegancia. Su música pausada, plagada de ritmos suaves, se caracteriza por una voz resaltada mediante diferentes efectos electrónicos. Su primer álbum de estudio, lanzado en el 2011, fue nominado a diversos premios como el Mercury Prize, el cual ganó con su siguiente álbum.