Devoto seguidor de la religión rastafari, se encarga de acercar las posiciones entre el dancehall y el root reggae. Colabora con grandes popes como Buju Banton y abre la temática de los textos de sus canciones hacia el optimismo del dancehall, pero manteniendo su esencia espiritual. Musicalmente, la mezcal resulta contundente y a la vez fresca. El nuevo siglo abrió más su cartera de colaboraciones y se lo montó con Snoop Dogg y algunos raperos más.