Daft Punk

Hay pocas imágenes tan icónicas de la electrónica del siglo XXI como los cascos de robot que ocultaban las caras de los parisinos Guy-Manuel de Homem-Christo y Thomas Bangalter. Sin embargo, bajo su estética futurista, Daft Punk grabaron algunas de las canciones más cálidas y humanas de la música dance. Tras unos años en bandas de rock, el dúo cambió sus guitarras por sintetizadores en 1993 bajo la influencia del house de Chicago. Homework, su debut de 1997, contribuyó decisivamente al nacimiento del “French touch”, la variante francesa del house con fuerte acento funky, cuyas melodías suelen ser simples y repetitivas, acompañadas de una línea de bajo. Llegados a Discovery en 2001, Daft Punk comenzaron a utilizar samples de rock y funk de los 70 en producciones que influyeron decisivamente sobre iconoclastas como Justice y Kanye West. Singles como el contagioso “One More Time” los llevaron definitivamente al mainstream en los primeros años del milenio. Además de llevar la música electrónica a las masas, reinventaron la presentación visual del género con escenografías tan memorables como la pirámide de neón desde la que cautivaron al público de Coachella en 2006. En Random Access Memories (2013) abandonaron casi por completo las texturas digitales del pasado para grabar canciones de irresistible encanto orgánico con músicos de la talla de Nile Rodgers. Una de las canciones del álbum, la colaboración con Pharrell Williams “Get Lucky”, capturó el espíritu de los tiempos con uno de los estribillos más memorables de la década. Más allá de su participación en Starboy de The Weeknd en 2016, el dúo no volvería al estudio y finalmente anunció su separación en 2021.