Seducido por el flamenco que llegó a sus oídos mientras recorría las calles de Triana, el catalán Antonio Orozco compró a los quince años la modesta guitarra con la que empezó a componer e interpretar sus primeras canciones. En uno de sus conciertos tuvo la oportunidad de conocer al pianista y productor Xavi Pérez, responsable junto a Tato Latorre del sonido de Un Reloj y una Vela (2000) y Semilla Del Silencio (2001). Los excelentes resultados comerciales de estos dos primeros álbumes lo pusieron en la órbita de Universal, sello que le permitió extender el alcance de sus baladas y su pop rock latino de aire flamenco al otro lado del Atlántico. Desde entonces, las giras por Estados Unidos y Latinoamérica junto a Juanes y Ricky Martin, y sus alianzas con artistas tan diversos como Tote King, Francisco Céspedes o el senegalés Youssou N’ Dour han hecho de su nombre uno de los más conocidos del pop español, especialmente después de su incorporación al programa La Voz como jurado y mentor.