Pocos autores captan como Alexandre Desplat los contornos emocionales de cada una de las películas para las que compone. Su formación en música brasileña y africana y su pasión por la orquestación han ayudado al oscarizado compositor a transmitir el sombrío melodrama de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte 2) de 2011, el enigmático ambiente de ciencia ficción de La forma del agua (2017) o la intrépida determinación de Mujercitas (2019). Nacido en 1961, Desplat estudió en su infancia piano, trompeta y flauta y tuvo como profesores a Max Porret, Raymond Guiot y Pierre Séchet. Amante del jazz y de la obra de compositores clásicos como Ravel y Debussy, decidió consagrarse al mundo de la composición tras escuchar la partitura de John Williams para La guerra de las galaxias. Una vez graduado en el Conservatorio de París, compuso piezas para diversas películas francesas, programas de televisión y anuncios publicitarios antes de dar el salto a Hollywood y alcanzar el reconocimiento internacional gracias a La joven de la perla (2003), para la cual escribió una banda sonora de corte moderno con majestuosas cuerdas, un desbordante piano, aterciopeladas maderas y ocasionales estallidos a cargo de los metales. Desde entonces, Desplat no ha dejado de trabajar y de recibir cuantiosos elogios por sus colaboraciones con directores como Stephen Frears y Wes Anderson.