Este álbum captura la efervescente escena de Viena alrededor del año 1900. El lenguaje de la música estaba cambiando a pasos agigantados, en gran medida gracias a los cinco compositores aquí reunidos, que abrieron nuevos caminos formales y expresivos. La riqueza melódica del prodigioso Trío de piano, Op. 1 de Korngold se disuelve con naturalidad en el Trío de clarinete de Zemlinsky y en un par de piezas de Mahler, antes de que la tonalidad comience a desintegrarse en la Sonata para piano y las piezas para clarinete de Berg. El viaje termina con la hipnótica complejidad de la Sinfonía de cámara de Schoenberg.