Para cuando R.E.M. empezó a grabar Monster en 1993, todo había cambiado. “Prácticamente habíamos desaparecido”, le cuenta el guitarrista Peter Buck a Apple Music, “salvo por aquel par de discos que vendió bastantes copias”. Los álbumes en cuestión fueron nada menos que Out of Time (1991) y Automatic for the People (1992), sonadísimos éxitos gracias a los cuales la banda se hizo con un buen puñado de discos de platino y otros tantos premios Grammy. Una década después de su debut, R.E.M. había pasado de ser un grupo de niños indies a ilustres figuras que lideraban la revolución del rock alternativo que ellos mismos habían originado, ganándose por el camino su propio lugar en el Olimpo de las estrellas del pop. Era mucho lo que había en juego. “Una de las cosas que te permite el éxito es atreverte a hacer algo diferente”, asegura Buck, “y a veces es mejor cambiar de rumbo mientras puedas hacerlo”. Siendo consciente de que tenía que volver a salir de gira (y de que iba a hacerlo llenando estadios), la banda quiso trabajar en una serie de canciones que estuviesen a la altura de la ocasión. Mientras que Automatic for the People había sido un disco amable y relajado, construido casi enteramente en torno a la calidez de sus medios tiempos y sus guitarras acústicas, Monster tenía que ser justo lo contrario. “Queríamos intensidad y energía”, recuerda Buck. “No nos apetecía sacar otro puñado de temas lentos”. Claramente influenciado por el glam rock de los 70, Monster resulta un disco mucho más sucio y visceral de lo que cabría esperar de una banda tan popular, armada aquí con unas guitarras sorprendentemente robustas (aun teniendo en cuenta que el grunge las había puesto de moda). Las letras de Michael Stipe, protagonizadas en su mayoría por personajes que le permitiesen distanciarse en cierta medida de ellas, resultan tan inescrutables como su propia interpretación vocal, ahogada por una mezcla que el productor Scott Litt quiso rehacer durante años. En dicha remezcla (aquí incluida) se suaviza el sonido de las guitarras de Buck para elevar el de la voz de Stipe, arrojando nueva luz sobre el disco y haciéndolo así mucho más accesible. “Creo que él quería hacer el disco tal y como hicimos Document en 1987”, comenta Buck sobre la remezcla de Litt, “así que le quitó un montón de cosas que creía que sobraban. A mí me parece que mola y me hace pensar en el disco de una forma distinta”. 25 años después, Monster sigue ocupando un lugar peculiar en el catálogo de la banda. Su grabación finalizó rodeada de diversas tragedias, ya que coincidió tanto con la muerte del actor River Phoenix, amigo personal de Stipe, como con el suicidio de Kurt Cobain (al cual dedicarían la desgarradora “Let Me In”) y con los problemas de salud y el nacimiento de las hijas gemelas de Buck. La edición especial que conmemora este aniversario, además de contraponer la mezcla original y la remezcla, incluye asimismo un directo grabado en Chicago en 1995 y varias demos instrumentales, añadiéndole una nueva dimensión no solo al disco, sino a la imagen que teníamos hasta ahora de la banda en ese momento. Más que un verdadero clásico, es un testimonio histórico, un punto de inflexión entre dos épocas. “Recuerdo que lo hicimos todo con mucha prisa”, comenta Buck. “Fue la primera vez que no pudimos clavar el salto, por así decirlo. Las críticas dijeron un poco de todo, así que pensé: ‘Venga, vale, me da igual, pasemos a lo siguiente’. Lo curioso es que, hoy en día, en las firmas de discos veo probablemente más copias de Monster que de cualquier otro de nuestros álbumes. No es mi favorito, pero estoy muy orgulloso de él”. A continuación, Buck nos habla de algunos de los cortes clave del disco, de una de sus canciones favoritas (“I Took Your Name”) y de la demo instrumental de “Pete’s Hit”. What’s The Frequency, Kenneth? “En esta no quise meter un solo de guitarra convencional. Todas las semanas se graban millones de solos, así que pensé: ‘Bueno, pues lo grabaré al revés’. Fue como darle la vuelta a la cinta. Lo que conseguimos con ello fue que no sonase en absoluto a hard rock y se convirtiese en algo mucho más psicodélico. En la remezcla se le quitó algo de trémolo y quedó más sencillo que el original, que, sinceramente, a mí me gusta más. El disco quedó así por quiénes y cómo éramos en ese momento. Dicho esto, lo cierto es que la remezcla seguramente funcionaría mejor en la radio si volviésemos a estar en el 95, el 94 o el año que fuese”. Crush with Eyeliner “Esta tiene unos acordes supersencillos y un trémolo que le da cierto aire amenazador. En lo que se refiere a las letras, en aquel momento nos dimos cuenta de por dónde nos estaban llevando, ya que fue el primer disco en el que nos pusimos a trabajar sin tener todavía un montón de ellas. En los textos de Michael empezaron a asomar cada vez más la obsesión y la paranoia, no tanto desde su propia perspectiva, sino más desde la de los personajes de las canciones. Creo que nos salió un disco un poco más claustrofóbico que los anteriores, aunque no nos lo propusimos, simplemente nos sentíamos así en cierto modo”. Star 69 “Al principio, cuando grabamos Murmur, yo tenía la idea de que un compositor de verdad tenía que meter como 20 acordes distintos en cada canción y cambiar de clave unas cinco veces. ‘Star 69’ es justo lo contrario, un tema superdivertido de tocar en el que priman la fuerza y la inmediatez. Jamás me imaginé que, 20 años después, nadie le daría vueltas a cómo la saqué, porque fue algo realmente fácil. Seguramente, un chaval de instituto podría hacerlo”. Strange Currencies “Recuerdo que, cuando llevé esta al estudio, Mike [Mills] me dijo: ‘Peter, el puente es clavado al de “Time Is On My Side”’. Tuve que decirle: ‘Oh, tío, tienes razón’. La cosa no fue para tanto, pero a mí sí que me lo pareció, así que la llamo de coña ‘Time Is On Mike's Side’. Entre todos sacamos otro puente, que al final tampoco estaba tan lejos del original. Experimenté un poco con los arpegios y metí un montón de extraños y vibrantes sonidos, aunque creo que estos también se quedaron fuera de la remezcla”. Bang and Blame “Ni siquiera recordaba que esta canción estuviese en este disco, he tenido que volver a escucharlo para comprobar que, efectivamente, estaba en este y no en el siguiente. Es probable que sea el tema más pop del álbum y desentone un poco con el resto, pero a mí me gusta. Curiosamente, creo que no la hemos tocado nunca en directo, ¿verdad? Lo cierto es que, a veces, no tienes ni idea de por qué no tocas determinados temas. Creo que, por ejemplo, no habíamos tocado ‘Ignoreland’ hasta nuestra última gira, y eso que es una canción que me encanta. Supongo que, en ocasiones, no le pillas el punto a un tema en su momento, pero cuando lo escuchas diez años después, piensas: ‘Guau, esta canción es realmente buena’”. I Took Your Name “Esta tiene unos acordes que suenan totalmente a Fun House. Es otra de esas canciones que no resultó nada difícil de escribir y que suena enorme y amenazadora. La tocamos en directo durante toda esa gira y yo diría que incluso en la última gira en 2008 seguíamos haciéndolo. Es un tema que parece sacado de una jam session, con todos los miembros de la banda tocando esos acordes tan pesados”. Let Me In “Recuerdo estar sentado en el estudio viendo como Mike [Stipe] la grababa, fue muy intenso. Había algo en ella que te hacía sentir que hablaba de Kurt. Recordemos que durante esa grabación y aquella gira todo empezó a ser una puta locura. Y no sé qué hubiera pasado si me hubiese quedado sentado en casa. Supongo que podríamos haber dicho: ‘Qué demonios, vayámonos a la playa y volvamos para terminarlo dentro de un año’, pero nosotros no somos así. Para mí, hacerlo tenía mucho más sentido que no hacerlo. Hemos tenido muchos altibajos como amigos y como banda, pero, a la hora de la verdad, siempre es un placer estar y trabajar juntos”. Pete’s Hit “Cuando se la enseñé al resto me dijeron que sería un éxito asegurado, pero yo no estaba nada convencido y me parecía que estaba inacabada. Era una canción pegadiza, pero no estoy seguro de que eso fuese lo que estábamos buscando en ese momento. Todavía sigo dándoles vueltas a esos acordes y a ese riff, porque no suelo olvidar el material que me parece bueno. De vez en cuando, la recupero y trasteo un poco con ella, añadiéndole algo diferente, pero todavía no la hemos utilizado en ningún disco. Voy a olvidarme de ella y no pasará nada, aunque igual la termino la semana que viene…”.