

“(Brian) Eno me describió como ‘la Madre Teresa de la mezcla rápida’”, dice The Edge a Zane Lowe de Apple Music Radio. “No me rendía nunca. Si sentía que la mezcla tenía algo, lo conservaba como fuera”. Cuando el guitarrista dio una escucha a los CD de maquetas y mezclas rápidas de How To Dismantle An Atomic Bomb para esta edición de su vigésimo aniversario, lo hizo con la esperanza de encontrar unas cuantas ideas que merecieran la pena. Sin embargo, el undécimo álbum de la banda nació de un proceso creativo largo y en ocasiones frustrante. De las primeras sesiones, a finales de 2003, salió una colección de canciones “buenas, pero tal vez no lo suficiente”. La llegada de Steve Lillywhite, el productor de sus tres primeros álbumes, ayudó a la banda a dar forma a “Vertigo” y otros himnos contagiosos y directos que convirtieron el disco en uno de los clásicos inapelables de U2. Quizás por eso las expectativas de The Edge no eran del todo optimistas. Cuando empezó a escuchar los CD en la cocina, sin embargo, no solo descubrió buenas ideas, sino también buenas canciones completas. “Fue increíble escuchar temas que habíamos tocado como banda, que siempre nos habían gustado, y darnos cuenta de que no necesitaban mucho más”, explica el bajista Adam Clayton. “Estaba todo ahí”. De hecho, había material suficiente para añadir 10 canciones a esta edición. Algunas ya habían sonado en sus conciertos o se habían filtrado en las redes, pero otras son completamente inéditas. Por ejemplo, el glam de ritmo disco que conecta “Happiness” con los experimentos electrónicos de los álbumes de los 90 Zooropa y Pop. “No tocamos las letras, solo añadimos un par de versos que faltaban y suenan como si las hubiéramos escrito la semana pasada”, dice The Edge. “Esa fue una de las canciones que más me emocionó. Tiene algo profético si piensas en lo que está ocurriendo aquí y ahora. Las referencias a la operación Tormenta del Desierto y la guerra de Irak hoy son aplicables a Ucrania y Gaza. Los acontecimientos han cerrado ese círculo”. La solidez de las canciones redujo el trabajo al mínimo, pero la banda introdujo algunos cambios para terminar de pulirlas. “Bono se mostró muy elogioso con mi voz y muy crítico con la suya”, recuerda The Edge. “Cuando hicimos ‘All Because Of You 2’ (una versión más cruda y frenética de la canción que vio la luz en 2004), le dije que la voz era perfecta y no tenía sentido volver a grabarla, pero insistió en que no iba a funcionar así y yo tenía que doblarla. Lo hice y funcionó. La mezcla de las dos voces le dio la seguridad para llegar al límite de su voz sin sentirse cohibido”. Lógicamente, mucho de lo que escuchamos aquí revela el regreso a la sencillez que revitalizó a U2 durante la grabación del álbum original, por ejemplo en la rugiente “Picture Of You” y el estribillo conmovedor y las guitarras restallantes de “Country Mile” y “Luckiest Man In The World”. “En aquella época queríamos volver a los colores primarios del rock and roll: guitarra, bajo, batería y arreglos simples, más basados en los riffs que en las capas de sonidos orquestales”, dice The Edge. Si exhumar un pasado en el que ya estaban regresando a sus raíces puede parecer retrógrado, la manera de convertirlo en inspiración para el futuro es muy característica de U2. “Me recuerda a una época en la que el rock and roll era mucho más vital”, apunta Clayton. “Lo llevabas en las venas y te podía cambiar la vida. Si el mundo es un bucle, creo que llegamos a un punto en el que llevamos el principio de sumar nuevos elementos a la banda tan lejos como podíamos. Ahora queremos eliminar todas esas capas y volver a lo que la banda hacer mejor que cualquier otra cosa, que es tocar en directo los cuatro juntos. Ese enfoque tiene una frescura que no sé si habrá muchas bandas capaces de capturar en el estudio. No será todo lo que hagamos, porque hemos aprendido unas cuantas cosas por el camino, pero es algo que queremos incorporar a nuestro próximo disco”.