El programa de este álbum es tan inusual como fascinante. Los hilos conductores son Debussy y Daniel Barenboim, quien participa como pianista y director. El maestro y su amiga Martha Argerich, otra pianista legendaria, abordan Fantaisie, el casi concierto para piano de Debussy, con una interpretación llena de vitalidad. En las dos sonatas tardías se suman dos músicos de la siguiente generación. Michael Barenboim, hijo de Daniel, demuestra su categoría en una emocionante Sonata para violín en sol menor, y el austriaco Kian Soltani ilumina con pasión la Sonata para violonchelo en re menor. El álbum termina con La mer, la sinfonía marítima de Debussy, que la Staatskapelle Berlin de Barenboim explora en toda su riqueza de melodías y texturas.