Daniel

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En opinión de Jonathan Higgs, cantante de Everything Everything, el hilo que une toda la discografía del cuarteto de Manchester es la voluntad de reflejar el efecto en la humanidad de la vida contemporánea. “Eso de lo que tratan todos nuestros álbumes en realidad”, explica a Apple Music. “Son una mezcla de miradas al interior y al exterior que observan lo que significa vivir en este momento y este lugar. En este, miramos sobre todo hacia fuera”. “Este” es Mountainhead, su séptimo LP y otro asombroso paso adelante de una de las bandas más imaginativas de la escena británica, una colección de música extraña y reconfortante que combina sintetizadores trepidantes, centelleantes punteos de guitarra, euforia electrónica y sensibilidad art rock. El álbum acompaña la historia distópica de una sociedad que vive en la sima junto a una montaña que sus habitantes han construido (y en la que “Mountainhead” se refiere a quien piensa que la montaña debe seguir creciendo a cualquier precio) con algunas de las melodías más luminosas de su carrera. Todo el proyecto transmite la confianza de quienes saben que hay un público para su sonido. “Siempre sentimos que tenemos a mucha gente de nuestro lado por nuestro último álbum y que están esperando el siguiente”, dice Higgs. “Tengo la sensación de que el anterior, Raw Data Feel de 2022, gustó mucho y este es mejor”. Mountainhead captura a Everything Everything en la cresta de la ola, coronando nuevas cimas en una carrera que ya se acerca a las dos décadas. Aquí, Higgs nos lleva a la cumbre de la montaña canción a canción. Wild Guess “Viene de una maqueta que grabamos cuando salimos de gira con Foals, en 2017 o por ahí. La canté una octava más alto de lo que se escucha aquí. Cuando la redescubrimos nos acordamos de lo ridícula que era, pero se nos ocurrió que a lo mejor este era el momento de hacerla. El solo enorme con el que empieza suena con un aplomo tremendo, aunque no esté especialmente bien tocado, y la voz tarda muchísimo en entrar. Es la misma grabación que Alex (Robertshaw, guitarrista y teclista) hizo en el portátil hace la tira de años. Parecía una buena idea ponerla al principio del álbum, en plan ‘Que te den, aquí tienes un solo enorme que suena fatal y vas a tener que esperar un rato largo hasta que llegue la voz’”. The End of the Contender “Se refiere vagamente a Ronnie Pickering (un exboxeador cuyo episodio de furia al volante se hizo viral en 2015) y gente así, pero también a cómo el capitalismo está penetrando en todos los rincones. He intentado meter una referencia al dinero o la electricidad en todas las canciones y el personaje de esta, sea quien sea, habla mucho del tema. Claramente, hablar de los Benjamin en el estribillo es pasarse un poco de listo, pero no creo que me vayan a denunciar”. Cold Reactor “Esta es la declaración de intenciones del álbum, dar vueltas alrededor de su elemento humano y su desesperación. El verso que dice ‘I haven’t left the house’ (No he salido de casa) se refiere a alguien aislado que se comunica mediante pantallas y emojis. Es difícil no sentirse identificado. Hay un anhelo triste de conexión que la atraviesa y al que es difícil tomar el pulso. La sensación de prisa y atropello, de que todo se acerca a su final, pone en primer plano la desesperación. La clave estaba en conseguir un equilibrio entre la tristeza y la esperanza y exponer toda la historia en estrofas bastante cortas. Tiene la sencillez de un guion de cine”. Buddy, Come Over “Habla un poco de la cultura de la cancelación y tiene un lado oscuro, una atmósfera como de submundo. Todos se rieron a carcajadas con el verso que dice ‘Make me a website so I can completely ruin my life’ (Hazme una web para que pueda arruinar mi vida del todo). A veces, cuando pasa algo así, sentimos que tenemos que seguir por ese camino. Salió con facilidad y era la más divertida de tocar en directo. Sonaba bien en el momento y la preferíamos a todas las que teníamos a medias”. R U Happy? “Habla del efecto del aislamiento, de la vida en la ciudad y en el presente. Te pregunta si eres feliz, si todas estas cosas te hacen feliz, y lo hace de la forma más sencilla que se me ocurrió, que es cantar ‘Are you happy?’ (¿Eres feliz?) una y otra vez. Hay un verso que habla de ser un animal y otro de bailar como si fueras un esqueleto. Es mi forma de decir que si hay un esqueleto ahí adentro estás muerto, pero por la misma razón estás vivo. Se refiere a vivir intentando no estar triste todo el tiempo”. The Mad Stone “Este es el aspecto religioso de la idea del álbum. Es una canción más espiritual en forma y contenido. Suena como una discusión entre dos o tres personas que creen de verdad en la idea de la montaña y otras que tienen muchas dudas al respecto. Lo que encuentras en la cima de la montaña es un espejo que te refleja hasta el infinito y es el elemento mágico de lo que podría haber allí arriba. Estaba intentando encontrar una metáfora de una meta a la que alguien podría aspirar, pero obviamente desde un punto de vista egoísta y megalómano. Me pasé una tarde entera cantando el estribillo para que no sonase absurdo y se me entendiera bien”. TV Dog “Era una maqueta de Alex que se llamaba ‘Coney Island’ y a todos nos sobaba como un cuarteto de cuerda de Nueva York. Entre eso y el título, nos dio unas cuantas ideas para el disco, como las cuerdas que aparecen en otras canciones. La letra que tenía era el doble de larga al principio y nos preguntamos si íbamos a desarrollarla más y meter una batería. Al final, pensamos que lo más emocionante iba a ser dejarla en un minuto y medio o dos minutos, un par de versos buenos y se acabó. Alex fue a una catedral para grabar sonidos ambientales y los puso en el fondo de la mezcla para que dieran la sensación de un espacio enorme”. Canary “Si otras canciones te hacen sentir en lo alto de la montaña, esta te lleva a la oscuridad de la sima. El título se refiere al canario de las minas, un sonido de alerta que encaja muy bien con el concepto general. Es el punto más oscuro del álbum y tiene las imágenes más chungas. Suena al aviso de que algo malo se acerca, que es una situación en la que me encuentro en mis canciones, el personaje que alerta al resto. Alex tiró la casa por la ventana con la producción. Creo que quería hacerla un poco en plan Björk o algo así”. Don’t Ask Me To Beg “Empecé superponiendo voces como si fueran las de un coro. Estaba escuchando a Massive Attack, aunque no usan coros. Pasamos siglos probando distintos patrones rítmicos para que sonara menos a funk blanco. La batería nos llevó muchísimo tiempo y después intentamos regrabar todas las capas de voces. Al final, creo que abandonamos y usamos las de la maqueta, así que nadie sabe cantarlas. Como tengamos que hacerlas en directo, lo vamos a pasar mal”. Enter the Mirror “Habla de un amigo que lo estaba pasando mal y yo no tenía claro que fuese a superarlo. Le recuerdo nuestra infancia y se la canto como si él ya no estuviera aquí. Todavía no sé lo que significa. Creo que quería decir que a pesar de que somos dos personas diferentes, en el fondo somos lo mismo. Después está el espejo en la cima de la montaña, que puede ser una forma de encontrarte si lo atraviesas. No sé, todavía me pilla demasiado cerca para decirlo con certeza”. Your Money, My Summer “Era otra maqueta de la misma época que la de ‘Wild Guess’. En su momento, nos parecía un poco absurda para darle más vueltas y supongo que cambiamos de opinión. Antes, se nos hubiera ocurrido una letanía de razones para no hacerla, pero ahora nos sonaba bien sin más. Es el tema más relajado que hemos hecho en la vida. No hay nada así en ningún otro disco, la sección rítmica suena un poco a los Chili Peppers. Normalmente, no nos acercaríamos a ese rollo ni con un palo, pero sin saber realmente por qué. Es un ejemplo de los cuatro dejándonos llevar”. Dagger’s Edge “Es una maqueta antigua. Siempre sonó como una canción con dos mitades, creo que yo escribí la segunda y Alex la primera. La aparcamos porque nos parecía demasiado estúpida. Suena ligera al principio, pero después cambia el tono. Estoy burlándome de alguien, diciendo todo tipo de tonterías, y de pronto me convierto en un sabio desesperado en lo alto de una montaña. No hay otro grupo que pueda hacer eso, y me parece que ese es nuestro sello: una canción que suena a Dr. Dre en la que estoy riéndome de un tío y llamándole de todo, pero de repente suena un clavicordio y se transforma en algo muy existencial con todo el mundo convirtiéndose en panceta”. City Song “Aquí aparece otra vez el rollo de las cuerdas de Nueva York. Hice la maqueta en un plan mucho más hip-hopero. Ahora mantiene la misma velocidad, pero el estilo no tiene nada que ver. Quería escribir una letra como las de David Byrne, sobre la tristeza de lo mundano y tratar de que las cosas mundanas sean especiales. También hay elementos de Realismo capitalista: ¿No hay alternativa?, el libro de Mark Fisher, donde habla de lo impersonal que puede ser trabajar en una gran empresa en la que nadie conoce a nadie. Quería transmitir esa sensación de aislamiento, pero también la de que nadie sepa quién eres de verdad, de vivir bajo las luces de la ciudad y ser totalmente anónimo”. The Witness “Apenas la he vuelto a escuchar porque me toca mucho la fibra. Habla de ver a alguien pasar una transición extraña, quizás una especie de experiencia religiosa. La escribimos con guitarras, pero Alex las cambió por sintetizadores porque sonaba a Radiohead con dos guitarras punteando y un tío triste cantando en falsete. Pensamos que a la gente le gustaría, pero era música de hace 25 años que podríamos hacer con los ojos cerrados. Es lo que aprendimos y se nos da bien, aunque no nos hace avanzar en ninguna dirección. Por eso cambiamos las guitarras por sintes y metimos otros cambios raros”.

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