Poco después de publicar su tercer álbum de título homónimo en 2018, Shawn Mendes se encontraba en una situación difícil. “Acaba de tener un éxito enorme con un par de canciones y me dejé dominar por el ego”, dice a Apple Music para explicar cómo llegó a obsesionarse con la idea de fabricar hits. “Es adictivo y es destructivo. Te pierdes lo mejor de todo, que es el proceso”. A través de la meditación, un diario y el cuidado propio, reconectó con el placer de crear música y escribió dos de sus canciones más personales, la colaboración con Justin Bieber “Monster” y “Song For No One”, ambas presentes en Wonder, un cuarto álbum refrescantemente honesto. El proyecto refleja a un músico más maduro que el que creíamos conocer. Mendes suena aquí espiritual, conectado y feliz, profundamente enamorado y perdido en sus pensamientos. “Sigo intentando conocerme, pero de eso se trata. El álbum es como un libro de recortes para escuchar. Muestra lo que pasaba por mi cabeza, lo valiente que fui pero también lo asustado que estaba”. Escrito y grabado entre California y Miami, donde se mudó con la familia de su novia Camila Cabello durante la pandemia, el álbum habla tanto de descubrir los pequeños placeres cotidianos como de la vida en general. “La cuarentena ha sido muy dura, pero me trajo algo maravilloso, la quietud”, dice. “Cuando dejé de comerme la cabeza con las opiniones de la gente o cuántos streams o likes tenía, pude preguntarme qué estaba pasando en el mundo, cómo me hacía sentir y qué podía hacer”. Es un álbum que aborda cuestiones profundas en arrebatadoras canciones de pop panorámico que suenan ligeras, luminosas y llenas de confianza. Vemos el lado oscuro de la fama en “Monster”, la soledad en “Call My Friends” y la urgencia por encontrar la estabilidad demasiado pronto en “24 Hours”. No es que Mendes se haya batido en retirada frente a la fama, sino que finalmente la ha dominado. En la canción que le da título, que él describe como “la puerta a todo el álbum”, nos lleva por algunos de los temas sobre los que ha reflexionado (la verdad, la masculinidad, la autenticidad, el miedo), pero nada puede competir con la euforia del primer amor. “Cuando te enamoras por primera vez pasan muchas cosas”, explica. “Hace que quieras hacer las cosas por las razones correctas, de estar seguro de que vas a disfrutarlo. Si no, prefiero estar viendo películas con ella todo el día”. Escribió la canción en un acantilado de Carmel, en California, mientras se hacía preguntas de peso. “Me pregunto si estoy siendo sincero, si digo mi verdad o filtro las cosas, o cómo se sienten mis amigos”. No son cosas que aparecieran de repente, nos cuenta, sino que surgieron de una introspección honesta y rigurosa. “Encontrar tu verdad exige tiempo y trabajo, pero en esos momentos de quietud y claridad, me di cuenta de que eso es lo que significa llegar a conocerse”.