Rocío Dúrcal se dio a conocer en la España de mitad del siglo pasado como niña prodigio. Célebres fueron sus participaciones en múltiples películas que la convirtieron en una de las figuras más queridas por el público, no solo en su país natal, sino también en Latinoamérica. Gracias a este idilio transocéanico, Dúrcal decidió asentarse en México, país en el que pronto logró hacer carrera como cantante de rancheras. Su popularidad fue tal, que la intérprete madrileña llegó a ser apodada como la reina de este género. Desde los 80 hasta principios del nuevo milenio copó las listas de ventas.