Como las grandes estrellas del mandopop, Rainie Yang ha triunfado como cantante y como actriz. Con su voz aguda y aterciopelada y con una colección de baladas y medios tiempos llenos de sutileza y dulzura, la artista taiwanesa se ha convertido en una apuesta segura para introducirse en el ámbito del pop mandarín. Bellas, melancólicas y extremadamente románticas, sus canciones recrean la tradición del mandopop para adaptarla a los tiempos que corren. Y la recompensa, como demuestra esta selección de logros, garantiza máxima emotividad.