Son varias las generaciones de escuchas francófonos que, a través de las décadas, han bordado en su pecho las canciones de Michel Sardou, quien comenzó su carrera en 1965 y se ha mantenido vigente al seguir brindando conciertos en sus años dorados. Con pasión gala, el parisino no solamente es reconocido por su romanticismo, sino también porque sus éxitos abordan, sin miedo a la censura, temas tabú como la religión (islámica y católica), el imperialismo, la guerra y la esclavitud, y todo esto aún cuando este grande de la canción se ha vinculado con la clase política francesa.