Loss Of Life

Loss Of Life

Cuando MGMT conquistó al mundo en 2007 con “Time to Pretend” (la eufórica tonada que sonó en incontables fiestas y series de HBO) el dúo de synthpop, recién salido de la universidad, se convirtió en la nueva sensación del rock. Muy pronto, la banda triunfó en todo sentido: firmaron su contrato con una multinacional, abrieron conciertos de Radiohead y ganaron prestigio gracias a sus presentaciones que tenían la intensidad de una rave. No obstante, Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser nunca se sintieron del todo cómodos con la fama, y sus álbumes siguientes fueron haciéndose más excéntricos y experimentales. Durante la pandemia, el grupo volvió a llamar la atención por una razón que nadie esperaba: uno de sus tracks se popularizó en TikTok. El repentino y expansivo éxito de “Little Dark Age”, el tema oscuro y un tanto político del álbum con el mismo nombre (2018), tomó por sorpresa a sus integrantes, ambos ya en sus 40. Desde el inicio del proceso de trabajo del que sería su quinto disco, el grupo consideró ideas sobre la reinvención y el resurgimiento. Pese a su título, Loss Of Life es un álbum con un mensaje sincero y esperanzador. Los arreglos se simplifican, las melodías fluyen y los estribillos atrapan. No es que MGMT haya regresado al sonido más imperioso de otros días, sino que estas canciones proyectan una sinceridad emocional que no se percibía en temas como “Electric Feel”. En otras palabras, es como si se hubieran quitado un peso de encima. Momentos como “Dancing In Babylon”, su colaboración con Christine and the Queens, incluso suenan a rendición. El álbum está elaborado en colaboración con los habituales Patrick Wimberly y Dave Fridmann, y cuenta con el apoyo adicional de Oneohtrix Point Never, quien fungió más como un curador que como un productor. Loss Of Life formula preguntas importantes sobre lo que, en última instancia, hace que el arte sea considerado de calidad. ¿Debe ser formal para tomarse en serio? ¿Hay lugar para el optimismo? Baladas como la dulce “Phradie’s Song” o la tierna “Nothing To Declare”, evocadora de Simon & Garfunkel, o incluso el radiante tema que comparte título con el disco, una de esas canciones psicodélicas, arrolladoras y distorsionadas que parecen diseñadas para explorar fronteras espirituales, sugieren que las respuestas del dúo se han suavizado con la edad. “Who knows how the painting will look in the morning/When the day is born and life is ending?, canta VanWyngarden en “Loss Of Life”. El mensaje de fondo, entonces, es que: nuestro tiempo en este mundo es breve y lo que realmente importa es vivir.

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