Siendo aún niño visitó el afamado festival musical de Tamworth y desde entonces se enamoró del country. Aprendió a tocar la guitarra, comenzó tocando en bandas locales y después de ganar un importante concurso, comenzó a hacer giras y a escribir sus propios temas. En los 90 inició su carrera como solista y con su LP Beyond the Dancing (1995) comenzó su ascenso. True Believer (1997) y subsecuentes álbumes confirmaron su calidad e intención de ser protagonista en las listas. Melodías suaves y letras instrospectivas vuelven a reflejar su acostumbrado estilo en Lost and Found (2018).