El secreto del éxito de Tiësto es difícil de ubicar: su sonido que ha redefinido el trance, su aguante espectacular, su apuesta figura... sea como sea, desde que fuera el primer DJ en tocar en la apertura de las olimpiadas de Atenas en 2004, su éxito se disparó y redefinió la estratósfera a la que un DJ podía aspirar. No sólo es uno de los productores capaces de llenar y abarrotar cualquier escenario en el mundo, sino que se ha convertido en un verdadero motor de la industria de música electrónica, impulsando constantemente el talento de jóvenes productores y DJs con su poderoso mecenazgo.