La obra de esta pareja dentro y fuera del escenario destaca por sus suaves y elegantes acordes de guitarra acústica entrelazados con deliciosas armonías a dos voces. Si bien su atractivo radica en la aparente simplicidad de las canciones, estas se alzan sobre solidísimas bases compositivas y el gran don para las melodías de Deb Talan y Steve Tannen. Piezas como “World Spins Madly On” o “Sirens” son pequeñas obras maestras de su repertorio, que a veces destila una melancolía capaz de pillarte por sorpresa.