Conocida por un sonido asombrosamente etéreo y poderosamente dinámico, la cantante y compositora canadiense Sarah McLachlan combina la intimidad del folk con el drama del rock. Hizo su debut a finales de los años 80 y se convirtió en una superestrella durante los 90 con una serie de baladas románticas y desgarradores. Desde entonces, la múltiple ganadora de premios GRAMMY® es reconocida por su delicado piano e íntima guitarra capaz de generar sutiles atmósferas de rock suave, pop introspectivo y letras íntimas. Estos son los temas básicos de la diva de Halifax.