Ícono pop, musa del transhumanismo y reina del ciberespacio, la enigmática Poppy ha hecho de su singular fusión de estilos y sus no menos indescriptibles performances videográficos uno de los fenómenos más originales e impactantes. Los distópicos relatos de sus canciones, siempre en el filo entre la calma y la demencia, se unen a su extravagante y robótica imagen y a la cautivadora oscuridad de sus videoclips para forjar una figura de culto digital, a medio camino entre la dulzura de la cultura kawaii y el fragor de las trompetas de un apocalipsis cada vez más cercano.