A mediados de la década de 2000, el underground del hip-hop bielorruso comenzaba a salir a la superficie gracias a colectivos como OU47 o el dúo Chemodan Clan. Otra de sus figuras centrales era Murovei, un MC de flow insistente que combinaba las lecciones aprendidas de pioneros rusos como Smokey Mo y Kasta con las texturas electrónicas de la nueva escuela. Sus álbumes de la década siguiente trazan una evolución hacia versos más personales y beats de naturaleza experimental (muchos en colaboración con el productor monkeradeou?) que culmina en Мрачный сезон y Дом, который построил Алик, una colaboración com Guf de espíritu minimalista e inquitantes paisajes sonoros.