Para cuando comenzaron a grabar en el comienzo de los 90, Fernando Ribeiro, líder de la banda, ya escribía poesía y admiraba a autores portugueses. No extraña que sea fan del ensamble musical Madredeus. Pero para concebir su metal contemporáneo también se alimentó de influencias esenciales; ecos de Iron Maiden y Celtic Frost y el toque oscuro de Fields of the Nephilim se dejan sentir en la banda nativa de Amadora.