El rockero barcelonés creció en la música amando apasionadamente la parte más oldie de su estirpe. No extraña que dos de sus ídolos fueran Chuck Berry y Elvis, pero como también es un crooner noctámbulo, sigue la huella de Jacques Brel; cuando se pone rudo cita a The Clash, para llegar a la senda del porte oscuro de Johnny Cash. Una leyenda viva persiguiendo a leyendas que se han ido.