Desde la nostálgica reinvención a la figura de la mujer fatal que hizo una Lana Del Rey postadolescente en Born to Die, hasta sus hipnóticos temas íntimos más recientes, esta selección muestra una de las evoluciones más ejemplares del pop contemporáneo. La fascinante frialdad y los tonos sepias de “Video Games” han dado paso a penetrantes confesiones emocionales que conectan con el pop clásico sin perder su misterio. Las mejores canciones de Lana Del Rey evocan una compostura perfecta que sólo se resquebraja con los vaivenes del corazón: unas veces como rotunda declaración de principios, otras como tormento y la mayoría como ambos.