“Black Magic”, “Hell Awaits” y “South of Heaven” marcaron los inicios de Slayer, una de las grandes bandas del thrash metal, que Kerry King cofundó en 1981. Pero la carrera del guitarrista californiano va más allá: también elevó el sonido de proyectos en los que colaboró, como “No Sleep Till Brooklyn” de Beastie Boys o “Goddamn Electric” de Pantera. Tras lo que parecía ser el fin de Slayer en 2019, el siguiente capítulo fue iniciar su carrera como solista. “Idle Hands”, su primer sencillo, define el estilo de King: sus riffs son agresivos y dinámicos, como una bestia que acecha a su presa y luego ataca sin piedad.