No hay nadie que suene como esta mezzosoprano ligera de coloratura, sobresaliente en los repertorios operísticos que autores como Mozart, Donizetti o Rossini concibieron para intérpretes de sus características. Acostumbrada a forzar su técnica hasta el límite, Bartoli se deja guiar en sus interpretaciones por el mismo impulso aventurero que le lleva a recuperar repertorios de compositores desconocidos e injustamente olvidados, o bien de piezas para castrati. Ya sea interpretando piezas barrocas o “Norma" de Bellini, siempre es una experiencia placentera disfrutar de su canto.