A finales del siglo XX, Candlebox emergió en la ola grunge que sacudió a Estados Unidos. Pero a diferencia de otras agrupaciones, la banda liderada por Kevin Martin se enfocó en combinar este género contracultural con toques de jazz, metal, rock y blues, haciendo de esta experimentación su sello particular. El resultado fue un sonido potente, refinado, y acreedor de múltiples reconocimientos, así como de un ejército de seguidores. Tras una pausa en el año 2000, Candlebox volvió a la carga en 2006, demostrando que aunque pasen los años, su energía sigue intacta e innovadora.