Con un estilo que popularizó a cientos de grupos en la Europa de los años 70, la suiza Beatrice Egli ganó uno de los concursos de talento más importantes en Alemania para consagrarse como la siguiente gran estrella del pop. Su sonido disco y extremadamente bailable Egli la ha mantenido en lo alto de las listas de su país. Así exporta su propuesta musical elegante, refinada y divertida, a las naciones vecinas de Austria y su natal Suiza. Su próxima misión es conquistar el resto del continente y después, quién sabe, quizá también el mundo.