Lo que empezó como una versión de aires jamaiquinos de Rihanna apenas tardó un año en convertirse en uno de los fenómenos más internacionales de la escena urbana española. Apenas un año después, en 2017, Bad Gyal conquistaba mercados más allá del Atlántico con “Jacaranda”, una perfecta destilación de su dancehall teñido de reggaetón y R&B. Desde entonces, su carrera ha tomado un impulso imparable gracias a canciones que alternan el castellano, el catalán y el inglés con la misma facilidad con la que pasan de las crónicas emocionales a las declaraciones sexuales más explícitas.