La voz de Zara Larsson (Estocolmo, 1997) transmite una mezcla de intensidad emocional y exuberancia juvenil que encaja como anillo al dedo con el híbrido de dance y pop que acompaña sus melodías. Como decía a Apple Music en 2019, su instinto es el de “no dar demasiadas vueltas a las canciones, sino sentirlas”. Tras ganar un concurso televisivo en Suecia gracias a una versión de la titánica “My Heart Will Go On”, debutó en 2014 con 1, un álbum que llegó a lo más alto de las listas escandinavas y le valió su primer contrato global. Después llegaron éxitos junto a David Guetta (“This One’s for You”) y el rapero británico Tinie Tempah (“Girls Like”), pero al mismo tiempo sus canciones evocaban la grandeza intrépida de Beyoncé y Rihanna, de las que siempre se ha confesado admiradora. So Good (2017) es el álbum que la convirtió en una estrella con todas las letras, capaz de pasar del pop luminoso de “Lush Life” a la desesperación romántica de “Never Forget You”. Su álbum sucesor de 2021, Poster Girl, sigue la majestuosa tradición sueca de rompepistas tristes que ABBA comenzaran en los 70. En 2024, VENUS marcaría un punto de inflexión en muchos sentidos: no solo porque Larsson participa más que nunca en la composición, sino por una visión y una actitud totalmente liberadas del peso que sus primeros éxitos habían puesto sobre sus espaldas. “Me concentré en la creación de las canciones y no en cómo iban a recibirlas”, explicaba a Apple Music.