Elgar nació en las afueras de Worcester, Inglaterra, en 1857, hijo del dueño de una tienda de música y una mujer católica. Pronto se convirtió en violinista profesional, pero como compositor, luchó con problemas de autoestima y, según sus propios testimonios, experimentó prejuicios religiosos y de clase en la sociedad inglesa de finales de la época victoriana. Sin embargo, la originalidad de la orquestación en las Variaciones Enigma le dio fama internacional durante 1899, anunciando la irrupción de una auténtica voz musical inglesa. Le siguieron más obras maestras como el oratorio coral El sueño de Geronte, dos sinfonías de gran escala e incluso conciertos para violín y violonchelo. Su “Marcha no. 1” de Pompa y circunstancia, con letra de A. C. Benson, se convirtió en Tierra de esperanza y gloria, el himno no oficial del Imperio Británico durante su esplendor. Elgar compuso menos tras la muerte de su esposa Alice, en 1920, y vivió como un acaudalado caballero del campo, realizando grabaciones en gramófono de sus trabajos. En la vejez, volvió a encender la chispa creativa y comenzó a componer una tercera sinfonía que dejó inconclusa cuando falleció en 1934.