Muchos directores de orquesta se vuelven apacibles con la edad, pero Sir Colin Davis experimentó una gran transformación. Nacido en Weybridge, Inglaterra, en 1927, estudió clarinete y tocó en la banda del regimiento británico Life Guards. Pero el mundo de la dirección de orquesta fue lo que de verdad le trajo una ambición que le causó muchas frustraciones como trabajador independiente. Su gran oportunidad llegó en 1957, cuando fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de la BBC de Escocia. Una parte de la crítica se entusiasmó, especialmente cuando dirigía Mozart y Berlioz (algo que le apasionó siempre), pero su notoria impaciencia durante los ensayos causó estragos y concluyó varios de sus puestos de manera tempestuosa. En 1967, fue nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica de la BBC y expandió su repertorio con la inclusión de música contemporánea, notablemente de Tippett. Sin embargo, fue criticado por su intento de modernizar el célebre ciclo de conciertos Last Night of the Proms. Durante su cargo en el Royal Opera House de Londres, Davis se sometió a psicoanálisis junguiano, declarando después que esto le cambió el carácter y actitud. Durante su época con la Orquesta de la Radio de Baviera (desde 1983) y la Orquesta Sinfónica de Londres (desde 1995), su trato empezó a ser notoriamente cálido y generoso. Sus últimos conciertos y grabaciones, sobre todo de Berlioz y Sibelius, fueron elogiados intensamente. Falleció en Londres en 2013.