“Farruko nunca escribe nada, se encierra en la cabina y empieza a tirar versos y más versos”, comentó el colombiano Manuel Turizo a Apple Music sobre “Kayak”, su colaboración con el puertorriqueño. Esa naturalidad se nota en cada una de las canciones de Farruko, quien nació en Bayamón y lleva años explorando el lado más tropical de los sonidos urbanos, con influencias que van del dancehall jamaiquino al R&B. Su debut en 2010, El Talento del Bloque, ya reunía buena parte de los ingredientes básicos de su estilo, y las colaboraciones estelares de los años siguientes, con Daddy Yankee o J Balvin, contribuyeron decisivamente a dar proyección internacional a su música. Su quinto álbum, Visionary de 2015, pone en primer plano el alcance global de Farruko en canciones de sabor caribeño y melodías con encanto pop. En 2017, TrapXficante lo acercó al trap latino que entonces dominaba la escena sin perder el aire romántico de sus comienzos. La 167 (2021), un homenaje a la carretera de Bayamón en la que estaba la gasolinera de su abuelo, es un regreso a las raíces reggaetoneras del que surgieron éxitos como “Pepas”, que combina el sonido urbano con el tribal guarachero.